ECOS (2009)



Un eco incesante...
      de voces madre
         de voces mando
           Un dolor insecto
              Lo aparto 
                  y me oculto...
                     Acecha en la lejumbra
                        un gritosilencio
                            resuena 
                              Me atormenta...

DOLOR

No hicieron falta palabras... Vos no dijiste nada, yo no quise preguntarte. Pero el dolor es como al amor: universal, inexplicable y único. Ahoga las palabras un sentimiento inexplicable que nos quema el alma. A veces pareciera que el único remedio es que nos invada el olvido y transforme todo en un mal sueño; pero cada noche nos acecha y nos atraviesa con una helada daga el corazón. La sonrisa pasa a ser un recuerdo y lo verdadero empieza a tomar otros nombres. De pronto quedamos desnudos hasta los huesos y no hallamos explicación. Todos hablan de tiempo, de sanación, de heridas, de volver a empezar, pero son sólo susurros en la oscuridad.

DOLOR

No hicieron falta palabras... Vos no dijiste nada, yo no quise preguntarte. Pero el dolor es como al amor: universal, inexplicable y único. Ahoga las palabras un sentimiento inexplicable que nos quema el alma. A veces pareciera que el único remedio es que nos invada el olvido y transforme todo en un mal sueño; pero cada noche nos acecha y nos atraviesa con una helada daga el corazón. La sonrisa pasa a ser un recuerdo y lo verdadero empieza a tomar otros nombres. De pronto quedamos desnudos hasta los huesos y no hallamos explicación. Todos hablan de tiempo, de sanación, de heridas, de volver a empezar, pero son sólo susurros en la oscuridad.

Amanece

Amanece, un nuevo día perfuma de pájaros y flores todos los rincones; una brisa lejana, tibia me acerca hasta tus brazos, embriaga mi alma y despierta los sueños escondidos. Cierro los ojos y a pesar de la distancia puedo sentir cada línea de tu cuerpo junto al mío...

Dolor

Lo arrancaste de mí y se esfumó, diente de león en el céfiro plomizo de una tarde sin sueño. Regué los mares por comprender la desgracia. Busqué arriba, esperando un cielo plagado de respuestas, pero ninguna vino a mí. No hubo lógica o locura que explicase el dolor, no hubo voz, letra, melodía, sueño o pesadilla para llenar el vacío. Nada, una constante, una fórmula sin solución, un diagrama incomprensible, desnudo de existencia. Ahora me acecha en cada oscuridad el recuerdo de ese instante, me ahogan las palabras que huyeron y que no regresarán. No encuentro el fin de este túnel ominoso, no hay luz, no hay salida, sólo una asfixiante atmósfera que me envuelve y me desintegra.

Pequeña biografía de un pelo

Al principio era casi inexistente, fino, hacía recordar todo el esplendor de su potencialidad. Poco a poco fue poblando la existencia y ondeándose hasta caer delicadamente sobre la frente.
En un tiempo su llegada fue todo un acontecimiento, denotaba que ya era otro, que nunca más volvería a ser el de la mirada traviesa y rizos rebeldes.
Fue estirado, manoseado, tironeado según la ocasión; obligaciones, amores, peleas. Fue partícipe de todas las hazañas y todos los fracasos.
Poco a poco se fue despidiendo, para recordarle que la historia se escapa entre las manos.
Sólo una pequeña mata quedaba ya, como recuerdo de las proezas de antaño, deslucido, blanquecino, evocando a cada paso la inefable decrepitud.

Ángeles

Sé que en algún rinconcito de esta noche estrellada tu alma silenciosa espera... El día trae la primeras luces convirtiéndote en un sueño cada vez más lejano, ya no hay amor que alcance para explicar el deseo; el hastío de la rutina y tu ausencia destrozan cada fibra de mi exhausto pensamiento... el mundo habla de paciencia, como si fuese un remedio que se comprara en la esquina, como si uno pudiese detener el tiempo y despertar el día de tu llegada, ¿no saben que desconozco el día en que finalmente tocarás a la puerta para iluminar mi vida? Mientras tanto sólo me queda el consuelo de que saber que eres mi ángel...